Explorando la Terapia Focalizada en las Emociones (TFE): Mejorando el Bienestar Emocional y la Relación de Pareja.

Introducción

La terapia de pareja es un recurso invaluable para abordar los desafíos emocionales y mentales que enfrentamos en nuestra vida adulta. El modelo terapéutico más  destacado actualmente es la Terapia Focalizada en las Emociones (TFE), un enfoque que se apoya  en la comprensión, exploración y regulación emocional para promover el bienestar y fortalecer los vínculos. En este artículo, exploraremos en detalle el modelo terapéutico y cómo puede beneficiar a aquellas parejas  que buscan mejorar su relación sentimental.

 

Descripción de la Terapia Focalizado en la Emociones (TFE).

La Terapia Focalizada en las Emociones (TFE), también conocida como Terapia Centrada en las Emociones o Emotionally Focused Therapy (EFT), es un modelo terapéutico desarrollado en los años ochenta por Sue Johnson y Les Greenberg.

La TFE se basa en la “teoría del apego”, reconociendo la importancia fundamental de las emociones en la forma en que organizamos nuestra experiencia interna y nuestros patrones de interacción con los demás. En este modelo, las emociones son vistas como agentes terapéuticos poderosos, más que meros subproductos del estrés relacional.

El proceso de la TFE brinda a las parejas la oportunidad de transformar una relación conflictiva o distante en una fuente de seguridad, amor y cercanía. Se ofrece un espacio terapéutico seguro donde se pueden explorar y comprender los aspectos fundamentales de la relaciones de pareja. A través de la atención en las emociones y la promoción de respuestas positivas entre los miembros de la pareja, se busca restaurar y fortalecer el vínculo emocional que los une.

 

Principios Fundamentales

Este enfoque terapéutico se fundamenta en la teoría del apego y plantea que la interdependencia, o dependencia efectiva, con las personas significativas (como padres, madres, hermanos o la pareja) es el elemento central para establecer un profundo sentido de seguridad.   

Cuando una pareja mantiene una relación de apego romántico, se da una marcada disposición a buscar proximidad a través del contacto emocional y físico, preservando así funciones vitales. Es en este intercambio de búsqueda o evitación (si el contacto resulta desagradable) de la proximidad, donde un individuo modifica las expectativas sobre sus relaciones significativas  y que esperar de las mismas. Estas señales de búsqueda o evitación de proximidad son fundamentales para comprender las dinámicas de la relación y las expectativas que cada miembro de la pareja tiene respecto al otro.  

 

Las parejas que experimentan angustia en su relación se encuentran atrapadas en un ciclo de interacción negativo que se retroalimenta, impidiéndoles satisfacer sus necesidades de apego. Este ciclo se caracteriza por la presencia de emociones “vulnerables” (más profundas y difíciles de identificar y expresar), como: el miedo, la tristeza, soledad, vergüenza…que a menudo se ocultan o se expresan de manera distorsionada a través de emociones “reactivas”, (más superficiales y automatizadas), como: la ira/enojo/molestia, la culpa, la frustración, celos,desprecio… Estas emociones reactivas generan respuestas defensivas o agresivas en la otra parte de la pareja, como la crítica, los reproches, la evitación o el retraimiento. A su vez, estas respuestas provocan más emociones negativas en el otro, creando un círculo vicioso que deteriora el vínculo entre ellos. 

 

Proceso Terapéutico

El proceso terapéutico en la TFE se divide en 3 etapas o fases específicas. Comienza con el establecimiento de una relación terapéutica segura y de confianza, lo que permite que los clientes se sientan cómodos y puedan asumir pequeños riesgos en el proceso terapéutico. Se monitorea constantemente la alianza terapéutica para asegurar que la confianza y la conexión sean sólidas. 

A medida que avanza la terapia, se trabaja en conjunto con la pareja para establecer nuevas formas de interacción que fomenten un vínculo más seguro y saludable. Se identifican de patrones emocionales y de interacción perjudiciales, y se busca reemplazarlos por nuevas formas de conexión y expresión emocional.

En el proceso, los/as terapeutas TFE ayudan a las parejas a experimentar y explorar sus emociones y necesidades básicas de apego en el momento presente. Se brinda un espacio para que las parejas puedan conectar con sus sentimientos más profundos y comprender sus propias necesidades y las de su compañero/a.

 

Técnicas y Herramientas

El modelo se caracteriza por tener estrategias de cambio y intervenciones claras y especificas. El/la terapeuta tiene un conocimiento preciso sobre qué hacer, cómo hacerlo y en qué orden exacto, y sabe en qué punto del proceso terapéutico se encuentra en cada sesión. Además, se establecen objetivos terapéuticos específicos para cada paso concreto del tratamiento. Esto proporciona una estructura y dirección claras tanto para el terapeuta como para la pareja, facilitando un progreso coherente y enfocado hacia el cambio deseado. 

Un aspecto notable de esta terapia es que incorpora conocimientos provenientes de la Terapia Sistémica-Estructural, desarrollada por Salvador Minuchin, y de la Terapia Experiencial-Humanista, basada en los principios de Carl Rogers.

La TFE, no utiliza de manera explícita  técnicas para mejorar la comunicación o la resolución de conflictos.  Al abordar las necesidades emocionales subyacentes y construir una base sólida de confianza y conexión dentro de la pareja, se trabaja en la raíz del problema (no en el síntoma del mismo), lo que genera cambios más significativos y duraderos que, inevitablemente, impactan positivamente en la comunicación y en la capacidad de resolución de problemas.  

 

Evidencia y Estudios Científicos

Actualmente, es la terapia de pareja con más evidencia científica de eficacia. 

Sus resultados llevan investigándose más de 30 años, incluyendo los procesos de cambio durante las sesiones de terapia. (Se sabe: Cómo debe ser exactamente el proceso; qué debe suceder durante las sesiones y qué hace el/la terapeuta que marca la diferencia).  

Es 1 de los 2 únicos modelos reconocidos por la Asociación Americana de Psicología (APA)  en terapia de pareja que ha alcanzado el estatus de “tratamiento basado en la evidencia”. 

El nivel de eficacia es del 75% (las parejas consideran que su relación se ha recuperado)  y el de satisfacción del 90% (las parejas consideran que su relación ha mejorado significativamente). Estos niveles de efectividad no los alcanza ningún otro modelo rigurosamente investigado.  

El 62% de las parejas continúa mejorando o mantienen su mejoría dos años después de haber finalizado el tratamiento, según los estudios de seguimiento. (Esto no sucede con ningún otro modelo terapéutico).

Referencias sobre investigaciones: https://iceeft.com/eft-research-3/ 



Beneficios y Aplicaciones

La Terapia Focalizada en las Emociones ofrece varios beneficios y aplicaciones para las parejas que la eligen como modelo terapéutico. Algunos de los beneficios incluyen:

  1. Prestar atención a las necesidades propias y de la pareja: La TFE enseña a prestar atención tanto a las necesidades individuales como a las necesidades de la pareja. Se fomenta la expresión de estas necesidades de manera clara y segura, lo que facilita la comunicación y la comprensión mutua.
  2. Reparación de heridas emocionales: La terapia brinda un espacio seguro para que las parejas aborden y reparen las heridas emocionales sufridas en la relación. Esto promueve la sanación y la construcción de un vínculo más fuerte y seguro.
  3. Fortalecimiento del vínculo y promoción de la seguridad: La TFE se enfoca en fortalecer el vínculo emocional entre las parejas. Se trabaja en conjunto para construir una base sólida de confianza y seguridad, lo que permite a los miembros de la pareja sentirse valorados y apoyados.
  4. Desarrollo de nuevas formas de enfrentar las diferencias: La terapia ayuda a las parejas a desarrollar nuevas habilidades y estrategias para enfrentar las diferencias y los conflictos. Se promueve el diálogo abierto y respetuoso, lo que facilita la resolución de problemas y la toma de decisiones conjuntas.
  5. Mejora de la conexion emocional: Al centrarse en las emociones y en la conexión emocional, la TFE mejora la comunicación emocional entre las parejas. Se promueve la expresión de los sentimientos y la comprensión mutua, lo que facilita la conexión y la intimidad.

 

Aunque inicialmente la Terapia Focalizada  en Emociones se centro en parejas con conflictos conyugales, también ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de familias e individuos.

 

Conclusiones

La Terapia Focalizada en las Emociones, desarrollada por Sue Johnson, es un modelo terapéutico potente y efectivo para mejorar el bienestar emocional y relacional en la pareja . A través de su enfoque en las emociones y la conexión emocional, este modelo ayuda a las personas a comprender y regular sus sentimientos, fomentando relaciones más satisfactorias y saludables. Si estás buscando mejorar tu bienestar emocional y fortalecer el vínculo con tu pareja, considera experimentar la Terapia Focalizada en las Emociones y buscar el apoyo de un/a psicólogo/a capacitado en este modelo terapéutico.